Hoy volvemos a avanzar, y sí, ya llegamos al ecuador con la quinta caja del modelo Canvas, la caja reservada para que expliques cómo vas a conseguir dinero, cómo vas a hacer dinero, de cada segmento de clientes.
Un error común es creer que te estoy preguntando por el precio. Noooo. Estamos en algo más complejo, pues necesitas establecer tu modelo de ingresos, los flujos, las formas a través de las que vas a conseguir monetizar tu modelo de negocio. Establecer el precio viene después de tener esto muy claro y definido. El flujo de ingresos sería la estrategia, fijar el precio la táctica. OK? Pues vamos a ello ¡! Pero antes, otra vez, si otra vez, tengo que recordar que esto lo podrás hacer bien, solo si has realizado bien toda la tarea anterior, solo si conoces perfectamente a tu nuevo cliente extranjero. ¿Seguro? Vale, pues ahora sí vamos a ello, y empezamos con dos preguntas.
– ¿Cuáles son tus fuentes de ingresos?
Una fuente de ingresos es una estrategia que tu empresa debe establecer para generar caja de cada segmento de clientes. Para establecer tus fuentes debes responder antes a unas preguntas preliminares:
¿Qué cantidad desean pagar los clientes? ¿Qué valoran y cuánto? Ahora comprendes lo que te decía en el párrafo anterior. No valen suposiciones, tienes que conocer qué valoran tus clientes.
¿Cómo pagan y por qué conceptos pagan hoy?
¿Cuánto pagan actualmente?
Para establecer tus fuentes de ingresos, debes decidir cómo vas a comercializar en ese mercado internacional tu producto. ¿Vas a vender productos? Como el que vende un litro de aceite de oliva premium o un palet de tomates. Es una alternativa. Estás vendiendo la propiedad del bien, pero hay otras formas
Una alternativa es que puedes decidir cobrar por su uso, a más uso más ingreso. En esta opción cabrían todos los servicios donde los clientes pagan más por usarlo más. Por ejemplo, piensa en usos por día u hora, gastos variables en telefonía, etc.
¿Qué te parece cobrar a tus clientes una suscripción? En esta opción vas a cobrar al cliente una cantidad fija que le da derecho a usar tu producto/servicio durante un tiempo, sin importar cuanta cantidad de uso realice.
Muy parecido a esta opción es el renting, alquileres a largo plazo, donde tus clientes tienen tu producto a cambio de una cantidad. O las licencias por uso de propiedad intelectual, o… tú debes establecer tu estrategia para tu producto/servicio.
Vamos ahora a la parte táctica.
– En estas fuentes de ingresos ¿cómo vas a fijar el precio?
El precio es la táctica que tu empresa debe establecer para cada segmento de clientes. Y lo que tienes que tener claro es que cada estrategia de ingresos que hemos visto puede tener varias tácticas de fijación de precios.
Bien, así que ahora piensa en un segmento y en una estrategia de ingresos. Pues para ese segmente y para esa fuente de ingreso, puedes establecer dos tipos de precios
Un precio fijo
Pero ¿cómo lo cuantificas? Uhmmm, esta es una de las madres del cordero. Un error muy común, es creer que puedes poner el precio de tu producto en función de tus costes. Es decir has calculado que te cuesta producir tu producto 89 céntimos, que llevarlo y comercializarlo en el mercado foráneo destino te cuesta 10 céntimos más y decides poner el precio de 1.25 euros que crees que es razonable y con el que alcanzarás un adecuado margen. Esto es un error típico, que puede tener malas consecuencias. Es más, si te fijas sumar al coste un margen para calcular así el precio no tiene nada de estratégico, y para nada recoge toda la información que tú ya tienes sobre el cliente objetivo. Te has planteado que quizás esos clientes aceptarían un precio más elevado ¿Cuánto dinero podrías estar perdiendo?
Otras veces, podrías decir: vale, voy a poner el precio un poco más bajo que el de la competencia. ¿cierto? Si ellos cobran 5 euros por la camiseta, tú la vendes a 4. Error….. la competencia reacciona ¿no? Plantéate antes de hacer esto, recoger toda la información sobre la competencia ¿Qué tipo de mercado hay? ¿Quiénes son los principales actores? ¿ Cómo reaccionan? ¿Qué tipo de guerras comerciales hay? ¿Cómo se reparten el mercado? ¿Hasta qué precio mínimo han llegado? ¿Cuáles son sus márgenes? ¿Cuáles son sus costes? ¿qué volumen producen? etc, etc….
Mi consejo… si realmente sabes qué es lo que valora tu segmento de clientes, y cuanto lo valora, podrías poner tu precio en función de las características y funcionalidades de tu producto, las que valoran tus clientes, y en función de las características de tu segmento objetivo, que tan bien tienes analizado. A este sistema de fijación de precios, los técnicos del marketing le llaman precio basado en el valor. Por un lado ya conoces tus clientes, y sabes qué valoran y cuanto lo valoran, es decir, cuanto están dispuestos a pagar por esa funcionalidad, atributo, o calidad. Conoces también cuál es el beneficio que le aportas, cuanto tiempo les ahorras, cuanto le simplificas su actividad, etc. Plantéate también, analiza y cuantifica, la capacidad de compra de ese cliente foráneo que has prototipado.
Otra opción interesante, es vender tu producto con diferentes precios en función de las distintas funcionalidades o calidades que incorpores. Así ofertarás un abanico de opciones para que personas con distinto poder adquisitivo, distintos gustos, distintas percepciones, encuentren el suyo. Además, después, puedes ofertarles complementos, actualizaciones, mejoras… incrementando tus ventas.
Por otro lado, si quieres estimular la venta, puedes plantearte establecer distintos precios en función de volúmenes, bien sea un escalado o por bloques. Es algo muy habitual tener distintos precios que van bajando a medida que los volúmenes de venta suben.
Un precio dinámico
Son precios que cambian porque, por ejemplo, los negocias para cada cliente. Quizás el mercado de valores, la bolsa, sea el mercado de precios dinámicos más conocido, no? O las subastas o pujas, no solo en Sothebys sino también en muchas páginas web de artículos, hoteles, restaurantes, etc. Otra forma curiosa de precios dinámicos es la que les ocurre a las compañías áreas, y es que tienen el problema de que una vez iniciado el vuelo y no pueden vender ningún asiento más. Por eso, buscan incentivar la venta de los asientos ofreciendo distintos precios a medida que se acerca el momento del vuelo, hasta el “last minute” super barato.
Otra fuente de ingresos de la que no he comentado nada son los ingresos por venta de activos y otros derechos, pero dado que normalmente no afecta a los procesos de internacionalización, he preferido pasar de ellos. Solo que sepas que también existen, ok?
Y ahora?? Pues si fueras un alumno mío estarías diciendo… las unidades ¡!! Que se te olvidan las unidades ¡!. Y efectivamente, es así. Estimar las unidades, creerme, es aún incluso más importante que fijar el precio. En serio. E incluso más difícil ¿no?
Si nos damos una vuelta por Internet, hay muchos resultados a la búsqueda: previsión de ventas, o procedimiento para realizar la previsión de ventas. Y eso está bien. Así que no me voy a entretener mucho. Lo que debes de buscar es tu respuesta a la pregunta
¿Cuánto vas a vender?
En definitiva, desde mi opinión, y sabiendo que hay varias formas de calcular la estimación de unidades de venta, debes responder a las siguientes preguntas
– Cuál es el tamaño total del mercado extranjero objetivo.
– Cuál va a ser tu cuota de mercado, siendo realistas.
De la multiplicación de estos dos números sale tu previsión, ¿correcto? Pero además creo que debes plantearte, preguntas adicionales como
– Cuánto vas a vender a través de cada canal.
Si, es el momento de mirar un poco atrás y ver qué canales habías definido en tu acercamiento a los clientes. Y de cuantificar qué vas a conseguir con cada uno de ellos.
El objetivo es que te hagas una hoja de cálculo, donde vayas recogiendo esta información. En definitiva, es la cuantificación de todo lo que hemos visto en los post anteriores.
Pues ahora te toca pensar, te toca salir de tu oficina, salir a ver a tus clientes potenciales, hablar con ellos, etc. En este sentido, hace unos días una lectora me preguntaba sobre cómo hacer esto si lo que quieres es vender camisas en Japón. Yo le contesté que además de viajar al Japón, hay mil formas de hacer a bajo coste, y le nombré algunas que aquí os pongo junto a otras más: una web en japonés mostrando sus productos; visionado de películas actuales japonesas; televisión por cable; concurso de diseño para ver sus gustos; análisis de todas las tiendas on-line japonesas; ir a los aeropuertos a ver los vuelos procedentes de Japón; contactar con blogueros de referencia en Japón; contratar relaciones públicas japonesas; contactar con las oficinas comerciales de ICEX y Extenda; hacer una prueba con los alumnos japoneses que tenemos en las universidades…. Permitirme insistir, siempre es mejor hacer que no hacer. Aunque lo que hagas sea una aproximación es mejor que nada, no? Ánimo.
Hasta el próximo post ¡! Que será el de las previsiones en unidades ¡!
Muchas gracias